<<El miedo escénico que me invade en todo mi cuerpo y se apodera de mis acciones, no puedo controlar el sentir angustia, presión en el pecho, aceleración de mi respiración, incluso llegar a marearme y sólo pienso en querer salir corriendo de esta situación>>
¿Os sentís identificados con esta afirmación? Muchas personas sufren síntomas de ansiedad severa debido a estímulos u objetos externos que causan un miedo inexplicable.
Hay personas que le cuesta hablar en público, que temen hacer el ridículo o sentirse avergonzadas e incluso son incapaces de mirar a otra persona que tienen delante o mantener una conversación fluida. Esto les influye de manera significativa en la calidad de sus relaciones sociales e incluso en las relaciones profesionales.
También hay personas que temen la presencia o anticipación de objetos, animales, lugares cerrados, alturas, oscuridad, tormentas, vuelos, ver sangre, recibir inyecciones (intravenosas, musculares), intervenciones médicas (dentales, p.ej.), tragar alimentos sólidos, conducir un coche o aguas profundas.
La ansiedad está presente de forma muy significativa en la vida de estas personas, sin embargo hay que tener en cuenta que la ansiedad siempre ha sido un mecanismo normal, adaptativo y universal, es un fenómeno que podemos experimentar todas las personas y que, en condiciones normales, mejora el rendimiento y la adaptación al medio. Su objetivo es movilizarnos ante situaciones amenazantes o preocupantes, con el fin de que pongamos en marcha estrategias para evitar el riesgo.
Sin embargo, ¿qué ocurre cuando esta ansiedad deja de ser adaptativa? Todo esto sería útil y adaptativo si existiera un peligro real pero en estos casos no es así, lo que les ocurre a las personas que sufren de problemas de ansiedad es que ésta se produce ante situaciones que no son realmente peligrosas, por lo que las personas experimentan tales sensaciones de una forma muy molesta, muchas veces incapacitante. Llevados al límite puede incluso convertirse en los llamados «ataques de pánico».
Sí siente que no controla estos síntomas y que además le perjudica en su rutina diaria no dude en consultar con un profesional que le dotará de las herramientas necesarias para salir de este círculo vicioso.